jueves, 20 de noviembre de 2008

Culto a las Piedras


En la más remota antigüedad los cantos rodados simbolizaban al hombre. Desgajado de su unidad esencial y lanzado a 'rodar mundo' siempre con el recuerdo de un pasado mejor. Aquejado de una melancolía estructural.
También fueron las almas de los antepasados, posiblemente de esos hombres que se identificaron tanto con las piedras y que poseían 'hierro en la mirada' y fuego en el corazón. Los seres incorpóreos necesitan un soporte físico para manifestarse, para interaccionar con los vivos. Ese soporte fueron las piedras durante muuuucho tiempo.
Las piedras pertenecen a Hermes, al dios Thot , el dios de la escritura así que no debe sorprender que las primeras palabras se escribieran en piedra. Había la costumbre de apilarlas para delimitar fronteras o para establecer el lugar de los muertos, normalmente en elevaciones naturales del terreno. Y cuando se les iba a visitar, se recogía una piedra del camino y se añadía a la pila. Por cierto, algunos judíos todavía conservan esa costumbre. Creo que las actuales Ermitas tienen mucho que ver con el antiguo culto a Hermes y por tanto el culto a las piedras.

Kabiriense




¿Y por qué no cambiar el nombre? Aziliense corresponde con una cultura que ya parece bastante observada, estudiada y catalogada. Esto parece diferente, es diferente. Realmente los dibujos e inscripciones no tienen nada que ver con lo observado en cultura prehistórica alguna. Es una preescritura, protoescritura ó simplemente una forma clara de escritura. Luego no podríamos estar hablando de prehistoria ¿no es así?
Entre los numerosos signos se distinguen signos hebreos, egipcios, árabes, latinos, ibéricos por supuesto, rúnicos, etruscos y yo diría que, aunque en mucha menor cantidad, chinos. Realmente es una locura que nadie se puede tomar en serio. Solo yo, que no soy nadie.

Por eso he pensado cambiar el nombre e inventarme Kabiriense por varias razones: La primera porque todos los singos que aparecen en las monedas antiguas de Sanlucar de Barrameda están en mis piedras y corresponden con signos de Herrería, de Metalúrgicos. Es realmente sorprendente que la cosa esté así y nadie la haya investigado. Por otra parte los Kabiros dieron nombre al rio Guadalquivir que es donde yo encuentro las piedra. El Guadalquivir es el Wadi al Kabir: Río Grande, pero también Rio de los Kabiros. Kabir es Grande.