jueves, 20 de noviembre de 2008

Culto a las Piedras


En la más remota antigüedad los cantos rodados simbolizaban al hombre. Desgajado de su unidad esencial y lanzado a 'rodar mundo' siempre con el recuerdo de un pasado mejor. Aquejado de una melancolía estructural.
También fueron las almas de los antepasados, posiblemente de esos hombres que se identificaron tanto con las piedras y que poseían 'hierro en la mirada' y fuego en el corazón. Los seres incorpóreos necesitan un soporte físico para manifestarse, para interaccionar con los vivos. Ese soporte fueron las piedras durante muuuucho tiempo.
Las piedras pertenecen a Hermes, al dios Thot , el dios de la escritura así que no debe sorprender que las primeras palabras se escribieran en piedra. Había la costumbre de apilarlas para delimitar fronteras o para establecer el lugar de los muertos, normalmente en elevaciones naturales del terreno. Y cuando se les iba a visitar, se recogía una piedra del camino y se añadía a la pila. Por cierto, algunos judíos todavía conservan esa costumbre. Creo que las actuales Ermitas tienen mucho que ver con el antiguo culto a Hermes y por tanto el culto a las piedras.

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